jueves, 21 de mayo de 2009

Miconfrontaciòn con la docencia

Soy licenciada en sistemas computacionales administrativos; estudie enseñanza del inglés como lengua extranjera: Posteriormente hice una Maestría en Educación con especialidad en Lingüística Aplicada al inglés como lengua extranjera; concluí estudios del programa de Doctorado en Educación y, ahora me encuentro realizando varias actividades del proyecto de investigación e intervención escolar para obtener el grado correspondiente.

Realmente, desde muy pequeña he tenido contacto con la docencia porque, estoy convencida que he recibido ese carisma, tocaba guitarra y cantaba en el coro de la Parroquia de la comunidad en que vivía y algunas veces me contrataban para poner cantos para misas de graduación de Escuelas Primarias de la zona (Instituto Tepeyac de Cuautitlán Izcalli e Instituto Carl Rogers).

Tenía como 16 años cuando tuve esa experiencia. Posteriormente, he dirigido tres coros y orientado con clases de guitarra y canto coral a los integrantes de los mismos. Cuando entre a la carrera (1985), me ofrecieron dar clases de matemáticas en El Instituto Carl Rogers. Fue una experiencia fantástica pero estresante: preparar clases, explicar, poner ejercicios, calificar y ponderar para las evaluaciones; volver a explicar, motivar para que los chicos hicieran tareas y creer que hacía todo lo necesariamente correcto para que mis alumnitos comprendieran, aprendieran y acreditaran con excelentes calificaciones. Sin embargo no todos lograban el mismo desempeño académico y lo que más me presionaba era que la dueña y directora del colegio quería que todos obtuvieran de 9 a 10. Eso era algo que no había podido lograr y no estaba de acuerdo en que “Toda la responsabilidad era del maestro”.


Amo la docencia. He aprendido mucho del arte y de la ciencia de la enseñanza; me ha permitido mejorar como persona y crecer integralmente en las dimensiones personal, familiar, laboral, comunitaria; pero cada vez encuentro aspectos para profundizar y tal vez debido a tantos riesgos sociales, cambio de intereses y diversas problemáticas que se han ido presentando en mi comunidad escolar, siento que debo continuar preparándome para poder enfrentar y vencer estos nuevos retos. Lo anterior, aunado a las características propias de la adolescencia y las juventudes me ha llevado a investigar sobre la orientación familiar, la consejería formativa y el tratamiento de adicciones y dependencias emocionales, físicas, químicas, conductas compulsivas y estructurar programas de intervención escolar para disminuir el impacto de estos factores que, de una u otra forma merman el desempeño académico de los estudiantes. He obtenido muchas satisfacciones al ver como los jóvenes aprenden a ocuparse de sí mismo, en la construcción de su felicidad, en la construcción de una mejor calidad de vida y en la construcción del bien común.

Me motiva el que a través de la información, reflexiones, técnicas y estrategias de formación y desarrollo de virtudes, los jóvenes tengan actitudes positivas ante la vida. Pero lo que realmente me duele es ver el drama de un hijo sobreprotegido; cuando los padres, alguno de los docente, directivos u orientadores no asumimos la responsabilidad de la formación-educación de los estudiantes y éstos tiene que vivir experiencias de fracaso escolar debido a la falta de madurez, responsabilidad, habilidades intelectuales, conductuales o procedimentales; cuando algún alumno causa baja por mala conducta o por reprobación y no intervinimos en tiempo y forma para orientarlo y canalizarlo, a él y a su familia. He entendido que hemos de trabajar sólo con los recursos que tenemos, los alumnos, pero estoy convencida que podemos motivar muchos cambios positivos con sólo cambiar algunas de nuestras actitudes. Ese es mi reto, ser una maestra (persona) virtuosa para desarrollar alumnos virtuosos.

3 comentarios:

  1. Hola Buen día Mónica,
    Te quedo muy bien tu blog,tiene un buen diseño y quedan bien los colores.
    Es interesante que desde jóven hayas entrado al mundo fantástico de la docencia, creo que es una de las actividades más gratificantes que podemos encontrar y más cuando se empieza desde chavos.
    La ventaja de ser profesores es que nunca dejamos de aprender y siempre estamos en la búsqueda de cosas nuevas para nuestros alumnos como en este caso es el blog.
    Saludos. Hiram

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  2. Hola Mónica,
    Felicidades, me parece muy interesante tu experiencia y qué bueno que continuas estudiando.
    De nosotros, los docentes, depende que nuestra profesión sea reconocida y respetada, solo lo lograremos con la preparación, el amor a lo que hacemos, el gozo con el que se trabaja con los alumnos y las satisfacciones que nos brindan cuando aprenden y lo demuestran con sus acciones.
    Gracias por tu ejemplo.
    Hasta pronto
    Lidia

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  3. Gracias por sus motivantes comentarios. Es un placer trabajar con ustedes y conformar esta "fraternidad del conocimiento"
    Saludos.

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