sábado, 23 de mayo de 2009

Saberes

En la EPO83 contamos con dos salas de cómputo, la A con 29 y la H con 27 máquinas, lo que nos permite compartir los equipos en parejas. Nosotros (somos cuatro profesores que hemos adoptado esta dinámica por academia) no designamos monitores porque los estudiantes lo hacen y se allegan a quien les convence y agrada para ello. El mantenimiento, vacuna y limpieza periódica de los equipos, lo realiza un grupo de alumnos interesados en carreras afines y/o necesitados de horas para su servicio social; aunque cada pareja es responsable del buen funcionamiento de su equipo de cómputo y semanalmente cepillamos teclados y ahora con lo de la emergencia sanitaria, limpiamos mubles, mesas, ratones, gabinetes y pantallas diario.

Al iniciar el semestre, aplicamos una evaluación diagnóstica que consiste de dos partes: una teórica y una práctica, ambas en la máquina. Con base en los resultados obtenidos, designamos las parejas de trabajo. Y los alumnos se dan percatan con quién pueden acercarse.

Es muy cierto que en cada curso no solamente se requiere dominar herramientas informáticas; en ocasiones es necesario realizar procesos de comprensión, reflexión, análisis y solución de problemas; realizar razonamiento numérico y complejo y auxiliarse con la aplicación de las TIC’s para eficientar los resultados. Momentos de aprendizaje significativo donde nuestros comentarios, tips y andamiaje son de importantes.

Apenas hace dos semanas, el 7 de mayo para ser precisos, nos conectaron a una red pública en el salón H. Los alumnos se emocionaron tanto, que se les hacía difícil creer que se pudieran conectar a Internet en la prepa, que no les cobráramos y que entran a realizar una tarea específica que evita que divaguen, fomentando el uso eficiente de internet. Me han solicitado permiso para buscar información de otras materias, me piden permiso para entrar a ver videos y bajar música o jugar. No se dan cuenta de que son libres para aprovechar los recursos, aunque no tengan permiso. Que cambio de conciencia y actitud, ¿no?

El tener un aula con acceso a Internet ha propiciado que varios docentes diseñen actividades de aprendizaje con TIC’s. Y que los estudiantes tengan mayor autonomía para gestionar sus conocimientos.
En semana y media, hemos podido ver la efervescencia del cambio.
Hemos proyectado una actividad multidisciplinaria, incluyendo: informática II, gestión del conocimiento y taller de cómputo II. En gestión se desarrolla el tema de blogs. Estamos a creando un blog por parejas, abarcando temas de la unidad II y III de informática II: metabuscadores, tipos de redes, medios de transmisión y topología de redes. Ocuparemos tiempo de taller de cómputo e informática II. Los blogs serán expuestos en la sala de audiovisual con el maestro de gestión. Los tres profesores evaluaremos con dicha actividad.
Simplificamos, evitamos redundancia, hartazgo, optimizamos tiempos, aprendemos todos y motivamos a los estudiantes a esforzarse y lucirse en la realización de una actividad para evaluar tres materias. Los estudiantes agradecen esta simplificación y manifiestan su agrado por pensar en ellos y haberles “reducido el trabajo”.

jueves, 21 de mayo de 2009

Miconfrontaciòn con la docencia

Soy licenciada en sistemas computacionales administrativos; estudie enseñanza del inglés como lengua extranjera: Posteriormente hice una Maestría en Educación con especialidad en Lingüística Aplicada al inglés como lengua extranjera; concluí estudios del programa de Doctorado en Educación y, ahora me encuentro realizando varias actividades del proyecto de investigación e intervención escolar para obtener el grado correspondiente.

Realmente, desde muy pequeña he tenido contacto con la docencia porque, estoy convencida que he recibido ese carisma, tocaba guitarra y cantaba en el coro de la Parroquia de la comunidad en que vivía y algunas veces me contrataban para poner cantos para misas de graduación de Escuelas Primarias de la zona (Instituto Tepeyac de Cuautitlán Izcalli e Instituto Carl Rogers).

Tenía como 16 años cuando tuve esa experiencia. Posteriormente, he dirigido tres coros y orientado con clases de guitarra y canto coral a los integrantes de los mismos. Cuando entre a la carrera (1985), me ofrecieron dar clases de matemáticas en El Instituto Carl Rogers. Fue una experiencia fantástica pero estresante: preparar clases, explicar, poner ejercicios, calificar y ponderar para las evaluaciones; volver a explicar, motivar para que los chicos hicieran tareas y creer que hacía todo lo necesariamente correcto para que mis alumnitos comprendieran, aprendieran y acreditaran con excelentes calificaciones. Sin embargo no todos lograban el mismo desempeño académico y lo que más me presionaba era que la dueña y directora del colegio quería que todos obtuvieran de 9 a 10. Eso era algo que no había podido lograr y no estaba de acuerdo en que “Toda la responsabilidad era del maestro”.


Amo la docencia. He aprendido mucho del arte y de la ciencia de la enseñanza; me ha permitido mejorar como persona y crecer integralmente en las dimensiones personal, familiar, laboral, comunitaria; pero cada vez encuentro aspectos para profundizar y tal vez debido a tantos riesgos sociales, cambio de intereses y diversas problemáticas que se han ido presentando en mi comunidad escolar, siento que debo continuar preparándome para poder enfrentar y vencer estos nuevos retos. Lo anterior, aunado a las características propias de la adolescencia y las juventudes me ha llevado a investigar sobre la orientación familiar, la consejería formativa y el tratamiento de adicciones y dependencias emocionales, físicas, químicas, conductas compulsivas y estructurar programas de intervención escolar para disminuir el impacto de estos factores que, de una u otra forma merman el desempeño académico de los estudiantes. He obtenido muchas satisfacciones al ver como los jóvenes aprenden a ocuparse de sí mismo, en la construcción de su felicidad, en la construcción de una mejor calidad de vida y en la construcción del bien común.

Me motiva el que a través de la información, reflexiones, técnicas y estrategias de formación y desarrollo de virtudes, los jóvenes tengan actitudes positivas ante la vida. Pero lo que realmente me duele es ver el drama de un hijo sobreprotegido; cuando los padres, alguno de los docente, directivos u orientadores no asumimos la responsabilidad de la formación-educación de los estudiantes y éstos tiene que vivir experiencias de fracaso escolar debido a la falta de madurez, responsabilidad, habilidades intelectuales, conductuales o procedimentales; cuando algún alumno causa baja por mala conducta o por reprobación y no intervinimos en tiempo y forma para orientarlo y canalizarlo, a él y a su familia. He entendido que hemos de trabajar sólo con los recursos que tenemos, los alumnos, pero estoy convencida que podemos motivar muchos cambios positivos con sólo cambiar algunas de nuestras actitudes. Ese es mi reto, ser una maestra (persona) virtuosa para desarrollar alumnos virtuosos.

Mi aventura de ser docente

Mi aventura de ser docente comenzó en los años de mi infancia, cuando jugaba a ser la maestra de la escuelita; formar y ensayar la escolta;organizar juntas con padres de familia y pude saborear el gusto por ayudar a mis vecinitas con sus tareas y a explicarles lo que no entendían. Continué mi formación básica y media superior siempre orientando al que me solicitaba ayuda en cuanto a su aprendizaje.

Me gradué en la Licenciatura de Sistemas Computacionales Administrativos del Tecnológico de Monterrey en Diciembre del 89, y me invitaron a integrarme a la planta docente auxiliar en las carreras de Mercadotecnia, Comunicaciones, Psicología Organización, Finanzas y Administración.
A pesar del gusto que desde pequeña había sentido por ser maestra, enseñar y compartir con otros mis habilidades intelectuales, ese semestre fue una experiencia frustrante. Los alumnos no estudiaban, tenían unos hábitos pésimos de estudio, trabajo y tenía muchísimos reprobados. Pero creía que ellos debían de responsabilizarse de su aprendizaje.

Me embarace y tome cinco meses de descanso para disfrutar a mi bebe. Regresé a impartir clases a una universidad privada del Municipio en que vivo y me percate de las diferencias que había entre los alumnos del turno matutino y del vespertino. Unos eran chicos estudiantes que la iban pasando y los otros era gente que trabajaba y deseaba concluir una licenciatura para subir en sus empleos y mejorar su calidad de vida, o cuando menos sus ingresos. Pude observar algunas diferencias entre los diversos alumnos, las diversas materias y los diversos semestres.

Me cambie de casa y empecé a trabajar en un Centro Escolar que estaba cerca de mi domicilio y donde pude meter a mis hijos. Ahí tuve contacto con diferentes niveles educativos: preescolar, primaria y secundaria. Fue una experiencia trascendental. Me surgió la inquietud de aprender a enseñar. Así que me integre a un curso de Enfoque Comunicativo para la enseñanza del inglés como lengua extranjera en el centro de maestros de la normal de Cuautitlán Izcalli. Ahí recibí la bendición de integrarme al Diplomado en Desarrollo de habilidades docentes y mi visión cambio. Me di cuenta de los diversos factores que influyen en el proceso enseñanza-aprendizaje, las variables, las actitudes y los elementos que me podían ayudar a facilitar mi labor. También fue cuando percibí la MARAVILLA DE LA DOCENCIA: me permitía estar al cuidado de mi familia, actualizarme, aprender y convivir con gente con ganas de aprender y ser mejor.

Cuando termine el diplomado, se me brindo la oportunidad de integrarme a la MAESTRIA EN EDUCACIÓN (Junio 03) y de continuar preparando en esta maravillosa vida de la DOCENCIA. Pude continuar preparándome y ahora ser candidata al grado de Doctora en Educación (Mayo 06). Y he sufrido una metamorfosis porque la docencia es mi vida, es mi profesión, mi apostolado y me ha permitido integrar también mi vocación. Ahora mi interés se dirige hacia investigar y diseñar técnicas, estrategias y dirigir acciones para elevar el desempeño académico. Me inclino hacia el desarrollo integral de la persona, hacia la orientación familiar y a mejorar el nivel de autoestima para impactar positivamente en el rendimiento académico de mis queridos estudiantes.